sábado, 9 de enero de 2010

Conquista Española


La llamada conquista de América fue la exploración, invasión, ocupación militar y colonización de parte del continente americano por algunas potencias europeas, de las cuales las principales fueron España, Portugal, Inglaterra, Francia y Holanda, a partir de la llegada de Colón a América el 12 de octubre de 1492 y que se mantuvo principalmente durante los siglos XV, XVI y XVII, aunque aún permanecen algunos enclaves coloniales en el presente. Dichas acciones tuvieron una continuidad en el siglo XIX por estados nacionales americanos, entre los que se destacan Argentina y Estados Unidos quienes sostuvieron políticas de limpieza étnica[1] en perjuicio de los nativos americanosos.

Atahualpa

  1. (Quito, 1500-Cajamarca, actual Perú, 1533) Emperador inca (1525-1533). Hijo del emperador Huayna Cápac y de Túpac Paclla, princesa de Quito, fue favorecido por su padre, quien, poco antes de morir, en 1525, decidió dejarle el reino de Quito, la parte septentrional del Imperio Inca, en perjuicio de su hermanastro Huáscar, el heredero legítimo, al que correspondió el reino de Cuzco. Aunque inicialmente las relaciones entre ambos reinos fueron pacíficas, la ambición de Atahualpa por ampliar sus dominios condujo al Imperio Inca a una larga y sangrienta guerra civil.

  2. En 1532, informado de la presencia de los españoles en el norte del Perú, Atahualpa intentó sin éxito pactar una tregua con su hermanastro. Huáscar salió al encuentro del ejército quiteño, pero fue vencido en la batalla de Quipaypán y apresado en las orillas del río Apurímac cuando se retiraba hacia Cuzco. Posteriormente, Atahualpa ordenó asesinar a buena parte de los familiares y demás personas de confianza de su enemigo y trasladar al prisionero a su residencia, en la ciudad de Cajamarca.

  3. En ese momento, el emperador inca recibió la noticia de que se aproximaba un reducido grupo de gentes extrañas, razón por la que decidió aplazar su entrada triunfal en Cuzco, la capital del imperio, hasta entrevistarse con los extranjeros. El 15 de noviembre de 1532, los conquistadores españoles llegaron a Cajamarca y Francisco Pizarro, su jefe, concertó una reunión con el soberano inca a través de dos emisarios. Al día siguiente, Atahualpa entró en la gran plaza de la ciudad, con un séquito de unos tres o cuatro mil hombres prácticamente desarmados, para encontrarse con Pizarro, quien, con antelación, había emplazado de forma estratégica sus piezas de artillería y escondido parte de sus efectivos en las edificaciones que rodeaban el lugar.

Huascar


Huáscar fue el duodécimo emperador inca, uno de los doscientos hijos de sangre de Huayna Cápac y uno de los terceros con acceso al trono.

Las versiones oficiales dicen que Huayna Cápac y su ya nombrado sucesor (Ninan Cuyuchi) fallecieron en 1527 de viruela, cuya epidemia empezaba a brotar por el Norte del imperio producto de la llegada de los conquistadores españoles. Ante este hecho, escoger al nuevo Sapa Inca se hacía difícil.

Finalmente se decidieron por Huáscar pues éste había sido nombrado como incap rantin (vicegobernador) de Cusco por el mismo Huayna Cápac.

Muchos pretendieron el trono, entre ellos su hermano Atahualpa, quien terminaría quitándoselo por las armas en 1532, apresandolo y posteriormente acabando con su vida ya siendo cautivo de Francisco Pizarro.

Huayna Capac


Inca del Perú (Cuzco ?, h. 1465 - Quito, 1525). Heredó el Imperio Inca de su padre, Túpac Yupanqui, en 1493. Tras luchar contra sus hermanos para asentarse en el Trono, desarrolló varias campañas militares en el norte, que condujeron al imperio a su máxima extensión, incorporando amplios territorios en torno a Cajamarca y Quito. Para asentar su dominio sobre esa zona se casó con una quiteña y trasladó la Corte imperial de Cuzco a Quito, desplazando así hacia el norte el centro político del Imperio. Aunque hubo de sofocar varias revueltas, en general el reinado de Huayna Cápac fue un periodo de estabilidad, que permitió la construcción de grandes templos y obras públicas. Sin embargo, facilitó la descomposición del imperio al dividir la herencia entre su hijo legítimo Huáscar (al que legó la parte sur, con capital en Cuzco) y su hijo predilecto Atahualpa (al que hizo rey de la parte norte, con capital en Quito). Desde 1523 tuvo noticia de la presencia en Sudamérica de los españoles, encabezados por Alejo García; fueron probablemente ellos quienes extendieron la epidemia de origen europeo por la que murió el propio inca. Siete años después, el enfrentamiento entre sus dos hijos permitió la dominación del Perú por el reducido ejército de Pizarro.

Imperio Inca



El Imperio inca (quechua Tawantinsuyu, a veces castellanizado Tahuantinsuyo) fue la etapa en que la civilización Inca logró su máximo nivel organizativo y se consolidó como el estado prehispánico de mayor extensión en América.[1] Abarcó los territorios andinos y circundantes desde San Juan de Pasto, al norte, hasta el río Maule, al sur; actualmente territorios del sur de Colombia, pasando por Ecuador, Perú, Bolivia, hasta el centro de Chile y el noroeste de Argentina. El Tawantinsuyu (nombre original que tuvo el imperio) significa en quechua: "las cuatro regiones" y proviene de la división en suyos que tuvo: 'Chinchay Suyu o Chinchasuyo al norte, Qulla Suyu o Collasuyo al sur, Antisuyu o Antisuyo al este y Contisuyu o Contisuyo al oeste. La capital del Imperio fue la ciudad de Cuzco (conocida como el "ombligo del mundo"), por ser el centro de desarrollo de la etnia Inca desde sus inicios y su fundación -según la tradición- por Manco Cápac.

El imperio comenzó a formarse a partir de la victoria de Pachacútec frente a la confederación de estados chancas en el año 1438. Luego de la victoria el curacazgo Inca fue reorganizado en el Tahuantinsuyo por Pachacútec; a partir de entonces el Imperio inca iniciaría una etapa de continúa expansión del aparato del noveno inca y su hermano Cápac Yupanqui, luego por parte del décimo inca Túpac Yupanqui, y finalmente del undécimo inca Huayna Cápac quien consolidaría los territorios; en esta etapa la civilización Inca logró el máximo desarrollo de su cultura, tecnología y ciencia, desarrollando los conocimientos propios y los de la región andina, así como asimilando los de otros estados conquistados.

Luego de este periodo de apogeo el imperio entraría en declive por diversos problemas, siendo el principal la confrontación por el trono entre los hijos de Huayna Cápac: los hermanos Huáscar y Atahualpa, que derivó incluso en una guerra civil. Finalmente Atahualpa vencería en 1532, sin embargo su ascenso al poder coincidiría con el arribo de las tropas españolas al mando de Francisco Pizarro; estas capturarían al Inca y luego lo ejecutarían. Con la muerte de Atahualpa en 1533 culmina el Imperio inca, sin embargo, varios incas rebeldes, conocidos como los "Incas de Vilcabamba", continuarían la lucha contra los españoles hasta 1572 cuando fue capturado y decapitado el último de ellos: Túpac Amaru I.

La Independencia

Ecuador integró, luego del año 1739, el virreinato de Nueva Granada, dejando de pertenecer al virreinato del Perú, del que había formado parte desde 1614. Estaba integrada por cuatro regiones, bastante autónomas, que no eran proclives a reconocer la autoridad del gobierno de Quito. La Sierra Norte, con su centro en la ciudad de Popayán, la Sierra Centro en torno a Quito, la Sierra Sur, bajo la influencia de la ciudad de Cuenca y la Costa centro ¬ sur, con epicentro en Guayaquil.

Las nuevas ideas liberales surgidas a partir de la revolución francesa de 1789, hicieron nacer en la sociedad ecuatoriana los ideales de independencia al igual que en el resto de las colonias españolas en América. En 1791, el Dr. Francisco Eugenio de Santa Cruz y Espejo, creó la Sociedad Patriótica de Amigos del País, para fomentar el progreso y la libertad de su patria.

La casa de doña Manuela Cañizares, fue el escenario donde un grupo de patriotas organizó la Junta Soberana de Quito, apoyados por las fuerzas militares, a réplica de la Junta Central de Sevilla en España, para gobernar en nombre del rey español, cautivo de los franceses, como paso previo a su secesión. Presidía el organismo Juan Pío Montúfar Larrea, segundo marqués de Selva Alegre.

Don Pio Montufar


Era el 9 de agosto de 1809, y fue el primer grito de liberación que escuchó el terruño ecuatoriano, que ahora tenía un gobierno propio, aunque se constituía mientras recuperara el poder Fernando VII, y en contra de los enemigos, especialmente franceses. La Junta se atribuyó el derecho de deponer a la Audiencia, cuyo Presidente, don Manuel de Urriez, conde Ruiz de Castilla, recibió al día siguiente un oficio, notificándole que había sido depuesto en su función.

Sublevacion Independentista


La primera sublevación independentista contra España tuvo lugar en 1809 con la constitución en Quito de la primera junta de gobierno que sustituyó al presidente de la Audiencia: la Junta Suprema, presidida por Juan Pío de Montúfar. Sin embargo, este primer movimiento emancipador fue reprimido por las tropas realistas de Toribio Montes. La victoria final no llegaría sino hasta 1820 con la derrota de los españoles en Guayaquil y la posterior batalla de Pichincha (1822), durante las cuales el ejército dirigido por el general Antonio José de Sucre, lugarteniente de Simón Bolívar, completó la independencia. En 1822, Bolívar y José de San Martín acordaron en Guayaquil la integración del Ecuador en la República de la Gran Colombia, república creada por Bolívar en 1819 que comprendía los territorios de Venezuela y Nueva Granada.